Para cerrar un mes de marzo cargado de actividades en torno a la mujer, nuestro Club de Lectura "En Camino" nos desplazamos hasta Santiponce (Sevilla) para visitar el yacimiento romano de Itálica, primera ciudad del Imperio Romano que se fundó en la Península Ibérica.
Recorrimos sus calles con las magníficas explicaciones de Juan Diego Carmona, que hizo de nuestro guía particular, leímos un hermoso poema dedicado a este yacimiento escrito por Rodrigo Caro, poeta, historiador e importante anticuario del Siglo de Oro español. Nos adentramos en lo que fueron grandes casas decoradas con impresionantes mosaicos, nos imaginamos a gladiadores luchando contra leones en su anfiteatro, la joya de la corona del yacimiento.
Para descansar de nuestro paseo por el pasado romano de Santiponce, paramos para comer en este municipio sevillano y así poder continuar por la tarde con energías renovadas para pasear por las calles de Sevilla que pisaron escritoras como Gertrudis Gómez de Avellaneda, Mercedes de Velilla o Blanca de los Ríos.
Recorrimos sus calles con las magníficas explicaciones de Juan Diego Carmona, que hizo de nuestro guía particular, leímos un hermoso poema dedicado a este yacimiento escrito por Rodrigo Caro, poeta, historiador e importante anticuario del Siglo de Oro español. Nos adentramos en lo que fueron grandes casas decoradas con impresionantes mosaicos, nos imaginamos a gladiadores luchando contra leones en su anfiteatro, la joya de la corona del yacimiento.
Para descansar de nuestro paseo por el pasado romano de Santiponce, paramos para comer en este municipio sevillano y así poder continuar por la tarde con energías renovadas para pasear por las calles de Sevilla que pisaron escritoras como Gertrudis Gómez de Avellaneda, Mercedes de Velilla o Blanca de los Ríos.
" Estos, Fabio ¡ay dolor! que ves ahora
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa;
Aquí de Cipión la vencedora
colonia fue; por tierra derribado
yace el temido honor de la espantosa
muralla, y lastimosa
reliquia es solamente
de su invencible gente.
Solo quedan memorias funerales
donde erraron ya sombras de alto ejemplo;
este llano fue plaza, allí fue templo;
de todo apenas quedan las señales.
Del gimnasio y las termas regaladas
leves vuelan cenizas desdichadas;
las torres que desprecio al aire fueron
a su gran pesadumbre se rindieron..."
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa;
Aquí de Cipión la vencedora
colonia fue; por tierra derribado
yace el temido honor de la espantosa
muralla, y lastimosa
reliquia es solamente
de su invencible gente.
Solo quedan memorias funerales
donde erraron ya sombras de alto ejemplo;
este llano fue plaza, allí fue templo;
de todo apenas quedan las señales.
Del gimnasio y las termas regaladas
leves vuelan cenizas desdichadas;
las torres que desprecio al aire fueron
a su gran pesadumbre se rindieron..."
Fotografías de Mari Carmen Méndez y Nicolás Megías